miércoles, 9 de marzo de 2011

Un eucalipto de colores

De las cientos de especies de eucalipto que hay por todo el planeta, hay uno que resulta especialmente asombroso. Originario del sur de Filipinas, Indonesia y Nueva Guinea –ya por su lugar de nacimiento es especial, puesto que no es oriundo de Australia-, el Eucalyptus deglupta llama poderosamente la atención por los diversos colores que conviven en su corteza. Es por este motivo que se le conoce como eucalipto arco iris.

Ejemplares de eucalipto arco iris
El intenso y variado colorido de su corteza se debe a que conforme va creciendo, la corteza exterior se desprende dando paso a otra de color verde brillante –su nombre científico deriva de una palabra latina que describe el proceso de mudar la piel-. Así, según pasa el tiempo los colores de la corteza van mutando a azul y púrpura hasta tomar tonos naranjas, marrones, amarillos e, incluso, rojos y morados. De esta forma, a través de los colores de su corteza podemos calcular la edad de este árbol que parece pintado a brochazos.

Debido a su extraordinaria piel, el eucalipto arco iris se ha utilizado habitualmente como árbol ornamental y de sombra, si bien también se emplea para la elaboración de muebles y botes, así como para la obtención de pasta de papel.

El Eucalyptus deglupta -llamado kamarere en Papua Nueva Guinea, bagras en Filipinas y leda en Indonesia- es un árbol de tamaño extraordinario, capaz de superar los 70 metros de alto y el metro de diámetro a la altura del pecho. Está considerado como una de las especies con crecimiento más rápido y, sin duda, uno de los más bellos y fascinantes de la Tierra.

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