De las cientos de especies de eucalipto que hay por todo el planeta, hay uno que resulta especialmente asombroso. Originario del sur de Filipinas, Indonesia y Nueva Guinea –ya por su lugar de nacimiento es especial, puesto que no es oriundo de Australia-, el Eucalyptus deglupta llama poderosamente la atención por los diversos colores que conviven en su corteza. Es por este motivo que se le conoce como eucalipto arco iris.
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Ejemplares de eucalipto arco iris |
El intenso y variado colorido de su corteza se debe a que conforme va creciendo, la corteza exterior se desprende dando paso a otra de color verde brillante –su nombre científico deriva de una palabra latina que describe el proceso de mudar la piel-. Así, según pasa el tiempo los colores de la corteza van mutando a azul y púrpura hasta tomar tonos naranjas, marrones, amarillos e, incluso, rojos y morados. De esta forma, a través de los colores de su corteza podemos calcular la edad de este árbol que parece pintado a brochazos.
Debido a su extraordinaria piel, el eucalipto arco iris se ha utilizado habitualmente como árbol ornamental y de sombra, si bien también se emplea para la elaboración de muebles y botes, así como para la obtención de pasta de papel.
El Eucalyptus deglupta -llamado kamarere en Papua Nueva Guinea, bagras en Filipinas y leda en Indonesia- es un árbol de tamaño extraordinario, capaz de superar los 70 metros de alto y el metro de diámetro a la altura del pecho. Está considerado como una de las especies con crecimiento más rápido y, sin duda, uno de los más bellos y fascinantes de la Tierra.
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