martes, 1 de febrero de 2011

Los pequeños duendes del eucalipto: los Gumnuts

Gumnut
Son igual de traviesos que dóciles. Viven en las ramas de los eucaliptos y cuando el viento sopla con fuerza aprovechan para cabalgar a lomos de la brisa enfurecida con sus minúsculas alas. Cuando el sol aprieta o las ranas le cantan a la Luna, cuelgan sus pesadas cabezas de las hojas del eucalipto… y sueñan con los ojos dormidos. Son amigos de todos los animales del bosque. Incluso dan de comer a aquellos pajarillos recién nacidos que han quedado huérfanos e indefensos en sus nidos. Son los Gumnuts. Pequeños duendes del eucalipto…

May Gibbs
La madre de todos los Gumnuts es May Gibbs (1877-1969), una escritora y dibujante inglesa que con tan sólo cuatro años emigró con sus padres a Australia, la tierra del eucalipto. Tras regresar de nuevo a Inglaterra y después de varios años viviendo en otros países, Gibbs decidió establecerse en Sydney. Allí inició una triunfante carrera como autora e ilustradora de sus propios cuentos convirtiéndose en una celebridad nacional a raíz de la publicación, en 1916, de las peripecias de Snugglepot y Cuddlepie.

Con los Gumnuts -o niños del gomero, como también se llama al eucalipto en Australia-, May Gibbs creó un mundo de fantasía singularmente australiano alejado de los gnomos, hadas y elfos que inundaban la literatura infantil inglesa. La autora construyó un universo onírico insólito que rápidamente fascinó al pueblo australiano, al tiempo que niños de todo el mundo leían las aventuras de los Gumnuts con la esperanza de que, quizás, los eucaliptales australianos servían de morada para aquellas pequeñas criaturas del bosque que cabalgan con el viento, escriben garabatos en los árboles y duermen con sus cabezas colgadas de las hojas de los gomeros.

El mundo de los Gumnuts está rodeado de magia. Caperuzas de vaina de eucalipto, flores de gomero como faldas, barcos de hojas, sillas de palos… componen un cosmos imaginario en el que también habitan monstruos que despiertan el miedo y estrujan la almohada. Con su cuerpo repleto de pelos, el Big Bad Banksiamen era el repugnante villano en el planeta Gumnuts.


Big Bad Banksiamen

A través de sus cuentos sobre los Gumnuts, May Gibbs fue pionera en la defensa de los animales y el respeto al medioambiente. Generaciones de australianos han aprendido a conservar su entorno natural a través del cariño hacia unas criaturas valientes y aventureras que sólo se asustan ante lagartos y serpientes. Hoy, Gibbs sigue siendo un referente para muchos conservacionistas y defensores de los animales gracias a sus pequeños duendes del eucalipto.


1 comentario:

  1. Vamos, estos bichitos del bosque deben ser como el gorgojo australiano y el conjunto de plagas y enfermedadades que la industria papelera ha importado a nuestro país ¿no?

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